Los TGD son un conjunto de trastornos que se caracterizan por alteraciones y retrasos en el desarrollo de las áreas sociales, cognitivas y de comunicación. Suelen acompañarse por conductas repetitivas y estereotipadas y una limitación en los intereses y actividades. Se presentan habitualmente antes de los 5 años y su curso es crónico.
Dentro de los TGD encontramos el autismo infantil, autismo atípico, síndrome de Rett, trastornos desintegrativos de la infancia, trastorno hipercinético con retraso mental y movimientos estereotipados, síndrome de asperger y otros de difícil clasificación.
Algunas hipótesis señalan la existencia de un espectro autista, con manifestaciones diferentes y distintos grados de severidad, que no siempre conlleva una deficiencia mental, pero siempre se vincula a la dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de empatía y un repertorio conductual estereotipado y limitación de áreas de interés.
Otros aspectos clínicos destacables hacen referencia a falta de coordinación motriz, hipotonicidad, alteraciones de la percepción y déficits atencionales.
Dentro de los TGD se distinguen aquellos que debutan antes de los tres años de edad, y corresponderían a un autismo típico, y los que se desarrollan a partir de esta edad, y comprenderían las formas atípicas.
CAUSAS
Las causas del TGD son variadas, pudiendo deberse a factores genéticos y neurobiológicos. Otro factor de riesgo son las infecciones víricas durante el primer trimestre del embarazo (rubeola, toxoplasmosis, sífilis, varicela, etc). Por su parte las complicaciones durante el parto como la falta de oxígeno, isquemia y la hemorragia intracraneal, se han señalado como posibles causas del autismo prenatal, que afectaría especialmente a neonatos de bajo peso. Por tanto, pueden existir causas biológicas y factores externos que determinen la aparición de un TGD. La exploración del niño con este problema requiere exámenes médicos, neurológicos y psicológicos.