· El programa de tratamiento debe ser individualizado y adaptado a las características del niño.
· Tener en cuenta la dificultad de generalización de lo aprendido entre distintos ambientes, como la casa y la escuela
· Es imprescindible ser constante en el tratamiento, y que exista una coordinación total entre la familia, profesores y demás profesionales que atiendan al niño.
· Dado que son niños que funcionan mejor en situaciones previsibles y muy estructuradas, los cambios deben ser graduales y a ser posible anticipados.
· Las técnicas de modificación de conducta han demostrado ser altamente eficaces en la eliminación o creación de conductas. Comportamientos agresivos, impulsivos o desafiantes pueden ser corregidos. Se deben adaptar las técnicas a las peculiaridades del niño.